Sólo el año pasado el sector vivió seis huelgas indefinidas
Son cerebros por encima de la media. Estudiaron cinco años en la universidad o, más difícil todavía, de forma autodidacta. Trabajan en un sector puntero y bien visto: las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Y hace tres meses que no cobran la nómina. Son un centenar de informáticos, empleados de la consultora Alba Technology, embargada por Hacienda y que acaba de solicitar concurso de acreedores. El suyo no es un caso aislado. Las quiebras de consultoras, Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) y cambios arbitrarios a peores condiciones laborales son el pan de cada día en el antes boyante sector de las TIC.
Alba Technology es lo que en la jerga del sector llaman una"empresa champiñón", por lo rápido que aparecen y desaparecen, y también una "cárnica": un negocio que funciona veladamente como una Empresa de Trabajo Temporal, cobijada bajo el rimbombante nombre de "consultora". Se dedica a contratar a programadores, administradores de sistemas y otros empleados de las TIC, quienes cobrarán de la consultora pero trabajarán en las oficinas del "cliente": grandes empresas y administración pública. Muchas veces la subcontrata es al cuadrado: la consultora A nutre de informáticos a la consultora B, quien los redirige al "cliente".
Las personas que contrata la consultora no trabajan en sus instalaciones ni crean productos para la misma, sino que se les redirige a otro sitio donde tienen su auténtico empleo. Salvando mucho las diferencias, es una especie de mercado de esclavos, un "body shopping" (mercadeo de cuerpos): "El informático cobra de la consultora, pero recibe las órdenes directas del cliente, negocia sus vacaciones con el cliente, trabaja en las instalaciones del cliente y no pisa nunca el despacho de la consultora, sólo para firmar el contrato y cuando se va. No venden un servicio, venden "carne", venden a los trabajadores", asegura Jaime Gascón, de la Coordinadora de Informática del sindicato CGT.
Esta práctica se llama "cesión ilegal de trabajadores" y hay sentencias que la condenan. La última, a finales del año pasado, supuso una multa de 290.000 euros para 12 consultoras y la empresa Hewlett Packard (HP). El colmo es que, en muchas ocasiones, el receptor de esta práctica ilegal es la administración pública. Es el caso de al menos 20 empleados de Alba Technology, subcontratados por la consultora INSA y, a través de ella, sub-subcontratados en la Gerencia de Informática de la Seguridad Social (GISS), que han puesto una demanda contra la GISS y las dos consultoras por este concepto.
Pero las multas no han parado este modelo de negocio, basado en las consultoras y que representa el 90% del trabajo informático en España, según Óscar Murciano, trabajador en HP y sindicalista de CGT, quien asegura haber visto de todo en "cárnicas", incluida una que no era más que un piso en el Paseo de Gracia de Barcelona, con un señor y una secretaria: "No hacen nada, ningún producto, sólo de intermediarios". Pero aunque los sindicatos se lleven las manos a la cabeza, a los informáticos que les cedan ilegalmente es hoy en día su última preocupación.
"Se busca el máximo de horas con el mínimo de personas. El paraíso TIC se ha convertido en un infierno".
Lo que les quita el sueño son las cada vez peores condiciones laborales: los contratos por obra y servicio están sustituyendo a los indefinidos, administradores de sistemas que cobran como si fuesen operadores(entre 18.000 y 21.000 brutos al año), programadores junior que realizan tareas de analistas de sistemas, gente despedida cuando acaba el proyecto y, si no, se aplica a destajo el artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores, que rebaja considerablemente las condiciones laborales. Ya ni en sectores más especializados, como la seguridad informática, es fácil cobrar más de 40.000 al año. La solución para muchos es trabajar en el extranjero.
Precarización y despidos fáciles
"La gente estudia cinco años en la universidad y cobra como si trabajase en un supermercado", explica Óscar Murciano. "Lo que nos ofrecen ahora es firmar la baja voluntaria y un nuevo contrato con otra cárnica, perdiendo la antigüedad, gran parte del salario y pasando de contrato indefinida a obra y servicio. Es decir, no respetan nada", se quejan los aún trabajadores de Alba Technology, que prefieren mantenerse en el anonimato.
Para colmo, los ERES están a la orden del día, como el que preparaHewlett Packard en Zaragoza, que despedirá a 205 personas, el 66% de la plantilla. El sector de las TIC ha despertado del sueño que empezó con el nuevo milenio, cuando bancos, compañías y administraciones públicas se estaban informatizando y externalizaron estos servicios a grandes consultoras que pagaban bien a sus empleados. Entonces valía la pena trabajar como informático, la mayoría iba con traje y corbata.
En el 2005 surgieron los primeros ajustes y despidos, de momento acontecimientos aislados, mientras se gestaba un nuevo escenario:los clientes empezaron a renegociar cada año a la baja sus contratos con las consultoras y quien pagó las rebajas fueron los trabajadores. "En el sector TIC el modelo de negocio es el cerebro de las personas, no se producen bienes ni hay más costes asociados que los costes laborales de las personas. Por tanto, cuando hay problemas se aprieta a las personas, porque no hay más", explica Murciano.
La precarización conllevó el auge del modelo de las "cárnicas", que aseguraban sueldos bajos, despidos fáciles y condiciones laborales favorables al empresario. La crisis puso la guinda. Las administraciones públicas bajaron hasta un 30% sus presupuestos. Los bancos se hundieron. A finales de 2012 empiezan a caer los primeros gigantes: TB-Solutions anuncia un ERE de 313 despidos y rebaja del sueldo del 15%. Atos, Capgemini, Alten rebajan también sueldos.
El caso más sangrante fue TB-Solutions, que llegó a deber siete nóminas a sus trabajadores y cerró en agosto de 2013. Hay un antes y un después de TB-Solutions. "Se busca el máximo de horas con el mínimo de personas, los despidos son continuos. El paraíso TIC se ha convertido en un infierno", aseguran fuentes sindicales. Sólo el año pasado el sector vivió seis huelgas indefinidas, que básicamente han funcionado para unir a un grupo, los informáticos, que nunca había sido corporativo.
Buena muestra de la situación actual es la web TrabajoBasura.info, donde quienes trabajan en las "cárnicas" vierten sus opiniones y explican sus aventuras. Ninguna agradable. Un pequeño ejemplo cogido al azar: "Nada más entrar nos encontramos que la oferta y lo que nos explicaron en la entrevista no coincidía absolutamente nada.... Teníamos que hacer horas desde el segundo día, cuando no nos lo habían dicho; hasta que conseguimos saber si nos las pagarían siquiera pasó una semana y pico. Después de eso querían bajarnos las horas a precio de risa".
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