Las leyes “liberticidas” que está elaborando este gobierno del estado español, a golpe de decreto/ley, sin ningún debate ni participación ciudadana, sin ningún planteamiento ético ni moral, están situándonos al borde de la esclavitud colectiva, de la humillación generacional, y de la vergüenza histórica como país.
Las Reformas Laborales que han elaborado los diversos gobiernos, de distinto signo pero gemelos intereses y, con la miserable complicidad de los sindicatos del régimen, están acabando con los derechos laborales que tanta sangre costó conseguir, con el derecho a la Huelga, con el derecho a la negociación colectiva, a una contratación digna, con los Convenios Colectivos, con el derecho a que nos paguen la jornada laboral que trabajamos, con la igualdad de oportunidades para acceder a un puesto de trabajo, con el derecho a la formación y a la salud laboral, etc…
El 28 de Junio va a ser un día de lucha internacional para ejercer la Solidaridad (con mayúsculas) contra estás políticas delictivas que están practicando los diferentes gobiernos. Es un día contra la represión, es un día de lucha para exigir la libertad de las personas encarceladas, encausadas, maltratadas y humilladas por ejercer derechos como la libertad de huelga, de reunión, de manifestación, de expresión … Derechos que son de todas y de todos, pero que solo algunas/os comprometen sus vidas en defenderlos.
Cuando nos quitan la sanidad y la enseñanza universales, las pensiones públicas, los empleos (que hoy es la forma de poder tener un proyecto de vida digno), las prestaciones sociales, los transportes públicos, los cuidados a las personas dependientes, nuestras viviendas, el acceso a la justicia para la gente sin recursos económicos, el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, sobre nuestra identidad humana y cultural, sobre el modelo social que preferimos, cuando quien pretende representarnos nos roba colectiva y cotidianamente, cuando la policía, sus esbirros, nos agreden violenta e impunemente, solo queda un camino: la lucha colectiva, solidaria y consecuente.
Hay muchas personas sufriendo injustamente las consecuencias de su coherencia. No podemos dejarles solas/os. Nos va en ello nuestra dignidad como clase. Vamos a defender, como podamos y hasta las últimas consecuencias, su libertad, porque es la nuestra.
¡Viva las personas que luchan!
Secretariado Permanente del Comité Confederal
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