8 DE MARZO. DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA
Desde el
anarcosindicalismo queremos recordar, que nos gustaría y luchamos por ello,
unas relaciones entre las personas que no tuvieran que verse sometidas a
intercambios comerciales de ningún tipo y que, por lo tanto, la explotación
laboral no existiera.
Queremos
y luchamos por ello, que desaparezcan las relaciones de trabajo sometidas a las
leyes del mercado y que dejen paso a la autoorganización y la autogestión.
Pero, mientras tanto,
necesitamos implantar derechos que nos protejan frente a los abusos del
capital, ya que los trabajos de todas las personas, y en especial de las
mujeres, son un violento punto de unión entre el patriarcado y el capitalismo.
En este 8 de Marzo de
2017, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, manifestamos que:
·
Nos declaramos anarcofeministas incluyendo a todas las identidades que
difieren del patrón heteronormativo.
·
Defendemos la autogestión de los Servicios Públicos y denunciamos la
privatización a los que éstos están sometidos y que nos afecta especialmente a
las mujeres en sectores como telemárketing, limpieza, educación, sanidad...
·
Defendemos la inclusión de la economía feminista en todos los órdenes
de la vida, para erradicar las desigualdades como la brecha salarial,
explotación de doble jornada, el acceso a los servicios sociales,
pensiones, educación feminista y coeducación, planes de igualdad, techo
de cristal, porque todas las vidas merecen ser sostenidas.
·
Defendemos los derechos de las mujeres refugiadas y migrantes.
·
Denunciamos el salario precario y vivir en la precariedad.
·
Denunciamos la intromisión de las religiones, exigiendo la salida de
éstas del ámbito público: educación, legislación, opinión pública, medios de
comunicación públicos…
·
Denunciamos el ascenso de los fascismos a nivel mundial.
·
Reivindicamos los espacios seguros, erradicando todos los tipos de
violencias sexuales.
·
Es necesaria la lucha feminista porque lo que existe es una falsa
igualdad, porque la doble discriminación, como mujer y como trabajadora, sigue
existiendo.
·
Las mujeres no nos resignamos a la injusticia social y la desigualdad.
Hemos luchado, luchamos y seguiremos luchando hasta conseguirlo. Y lo hacemos
desde la dignidad, la integridad, sin perder la alegría y las ganas de vivir.
Como decía Emma Goldman “Si no puedo bailar, tu revolución no me interesa”
¡BAILEMOS
JUNTAS NUESTRA REVOLUCIÓN!
¡NO HAY REVOLUCIÓN SIN LIBERACIÓN
DE LAS MUJERES!
¡NOS QUEREMOS LIBRES, VIVIENDO!
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