El pasado 6 de octubre, asistimos al juicio por la demanda presentada por esta sección sindical contra el acuerdo firmado por la empresa y las secciones sindicales cooperantes con ella en relación al art.41 (Modificación Sustancial Condiciones Trabajo).
El juicio se puede resumir como la lucha de un pequeño sindicato como el nuestro contra la empresa y los grandes sindicatos estatales, armados con todos sus abogados y apoyándose unos a otros, con el único afán de justificar que no tenemos capacidad legal para interponer esta demanda.
La línea argumental de estos Goliat no ha sido defender la legalidad del acuerdo, si no deslegitimar la capacidad de CGT para demandarles por sus fechorías en contra de los trabajadores.
El tema a tratar era si se pueden compensar y absorber mediante un art. 41, unos conceptos que el Tribunal Supremo en su sentencia del año 2012 ya dijo que no podían compensarse ni absorberse. Qué lejos quedan aquellos tiempos en que CSIF defendía la antigüedad y los cambio de categoría, ahora los vemos en el otro lado defendiendo lo contrario.
Por mencionar otra contradicción más, estos sindicatos que actualmente llevan demandas individuales de personas que reclaman a la empresa lo que les corresponde por el cambio de categoría, han defendido en el juicio que ahora hay que compensar y absorber.
¿Es que lo que valía antes no vale ahora? ¿Se les acaba la gallina de los huevos de oro de sus juicios y demandas individuales y le hacen el juego a la empresa a cambio de algo que desconocemos?
Lo que sí sabemos es que gracias a su connivencia con la empresa degradan cada vez más las condiciones laborales de los trabajadores de esta compañía. ¿Qué será lo próximo?
CGT, otra forma de hacer sindicalismo es posible.
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