viernes, 3 de junio de 2022

¿Qué propone CCOO para los sábados?

A principios de abril, CCOO lanzó una campaña en change.org encabezándola con el siguiente banner exponiendo que la patronal quiere hacernos trabajar gratis los sábados:

Tanto ésta como otras campañas de denuncias sobre las pretensiones de la patronal del sector TIC de aumentar la precarización, que nos presentan los sindicatos CCOO y UGT durante la negociación del convenio, no son más que un ejercicio de hipocresía supino, pues la precarización del sector se debe a la estampación de sus firmas traidoras en los diecisiete convenios sectoriales anteriores, que consagran la precariedad que denuncian.

Todas estas campañas siguen un modus operandi con leves variaciones con el propósito de manipular a los trabajadores del sector y prepararlos para maquillar la firma de la siguiente traición, razón por la que estas campañas se intensifican conforme se acerca la firma del convenio.

Critican las tablas salariales que ellos firmaron…

Así, en el texto de esta ultima campaña en change.org podemos ver cómo cínicamente se critica que se contraten trabajadores cualificados con sueldos de 14.000€ (el SMI en 2022).


Hemos de recordar que esa situación tiene lugar gracias a la consolidación de la precariedad que los sindicatos CCOO y UGT firmaron en el XVII convenio sectorial en 2017. Un convenio donde se consolidaron estos sueldos y que han dado lugar a la pérdida de más de un 30% de poder adquisitivo en los salarios en el periodo 2010-2021.


Perro ladrador poco mordedor. Así se gestó la congelación de sueldos durante años en el convenio TIC



Unos Incrementos salariales indignos que firmaron pese a que durante la negociación rechazaban rotundamente la congelación salarial, 

pero que posteriormente tras la firma del XVII Convenio, vendieron con mentiras:

y que dieron lugar a categorías con sueldos que enseguida quedaron por debajo del SMI, razón por la que se actualizaron para alcanzar el mínimo de 14.000€ que ahora critican.


… pero es su propuesta de actualización salarial.


De igual forma que hicieron en el XVII Convenio, criticar una cosa para firmarla después, ahora, con la negociación del XVIII Convenio, vemos que los 14.000€ que cuestionan antes de firmar, es justo lo que han trasladado en la plataforma con la propuesta de partida para la negociación que en noviembre de 2020 llevaron CCOO y UGT a la mesa de negociación del XVIII convenio, retrasada ya más de 2 años, donde se incluyen unas tablas salariales que parten de esa cantidad precisamente, así como mantienen la desindexación del IPC, junto a unos porcentajes de actualización mínimos, dadas las condiciones de inflación que estamos padeciendo la clase obrera.

Tablas salariales propuestas por CCOO para el XVIII Convenio TIC


Critican la clasificación profesional que firmaron …

De la misma forma, en la campaña de change.org se puede leer la critica a que el convenio tenga categorías por debajo del SMI, haciendo responsable a la patronal, cuando son ellos, CCOO y UGT, los que han regalado a la patronal esas condiciones miserables para los trabajadores:

Un ejercicio de hipocresía que muestra la manipulación de sus campañas, pues esta precariedad que denuncian, en su momento las vendieron como mejoras, tras la firma del XVII Convenio en 2017, donde traicionaron al sector con su firma aumentando la precariedad en el convenio. 

Siendo la nueva clasificación profesional (y sus tablas salariales por debajo del SMI) una de esas "mejoras":

y nuevamente, lo que en 2017 vendían como moderna y cercana al sector, ahora en la nueva negociación del XVIII convenio la critican por no reflejar la realidad del sector.

… pero es su propuesta de clasificación profesional.


Sin embargo, en la nueva propuesta de partida de CCOO y UGT, (ver imagen anterior con las tablas salariales), persisten en la perpetuación del sistema de subdivisión en Áreas, Grupos y Niveles, con una definición ambigua de funciones, que permite a los empresarios extraer mayor plusvalía:


•      Al encuadrar a los trabajadores en categorías inferiores a las funciones que realizan, que sí venden a los clientes a su precio, y dificultando que prosperen las denuncias judiciales de reconocimiento de categorías dada la ambigüedad establecida en el convenio,

•     Interponer niveles para eternizar la carrera profesional, manteniendo a los trabajadores en sueldos precarios, ralentizando la subida económica conforme se asciende, necesitándose más ascensos que antes para alcanzar sueldos decentes, cuando no bloqueándola durante años amparada en la ambigüedad..

•     Y por último y más grave, permitir el encasillamiento en una área, grupo y nivel con el que los empresarios poder realizar despidos objetivos, argumentando obsolescencia de unas tecnologías, con los que deshacerse de los trabajadores más antiguos al menor coste, y sustituirlos por trabajadores que parten de las categorías más básicas. Es decir, un sistema con el que permitir una rotación de personal y mantener en la precariedad a todo el sector.


Repetición del modus operandi

Como hemos mostrado con los ejemplos de la clasificación profesional y la actualización de salarial, CCOO y UGT siguen un patrón de comportamiento durante la negociación y la firma que se reproduce continuamente, y que consiste a grandes rasgos en:

1.- Durante la negociación, criticar las agresiones que la patronal pretende incorporar en el convenio, haciéndolas pasar como de mayor gravedad de la que realmente pretende, y que no son reales a menos que ellos lo firmen. Esto lo hacen con un doble propósito:

  • Hacer creer a los trabajadores que los defienden duramente en las negociaciones para que pensemos que están de nuestra parte.
  • Hacer creer a los trabajadores que la pérdida de derechos que van a firmar es lo menos malo que nos podría pasar, en contraste con la gravedad inflada de lo que pretendía la patronal, y que por tanto su trabajo en la negociación ha servido para frenarla. Suavizan una pérdida de derechos consentida por ellos con el argumento de que se podía haber perdido más.

2.- Durante la negociación, teatralizar la movilización inocua de delegados sindicales como lucha de los trabajadores. Con el propósito de:

  • Hacerse pasar como los máximos defensores de los trabajadores, insuflando la idea a los trabajadores de que no se impliquen, que deleguen en ellos, pues ellos ya se encargan de defender las condiciones laborales en nuestro nombre.
  • Impedir la movilización real del sector, proscribiendo el único recurso real de presión a la patronal que es la huelga.

3.- Tras la firma, defender la pérdida de derechos firmados como grandes avances, en lugar de como la traición que representa.

4.- Durante la negociación del siguiente convenio, criticar las agresiones anteriormente firmadas y que vendían como mejoras, culpando a la patronal de lo que ellos mismos legalizaron con su firma.


¿Qué van a firmar entonces para los sábados?

A tenor del modus operandi de estos sindicatos, la campaña de change.org, tal como plantean con el eslogan de que la patronal quiere que trabajemos gratis los sábados, parece querer pretender vendernos un posible acuerdo intermedio, (fruto de la teatralización de la negociación) en el que sí se trabajarán los sábados pero bajo compensación. De esta forma, precarizan un aspecto de las condiciones laborales, el trabajo en sábado, que actualmente sólo es laboral hasta las 14h., y posiblemente con una compensación inferior a la actual de las horas extras recogidas en convenio (1,75 por cada hora extra). Al plantearlo de ésta forma, con la amenaza inicial de la patronal, los sindicatos traidores tienen la excusa para vender su “esfuerzo” en la defensa de la agresión, al haber podido retener en parte las pretensiones iniciales, firmando un mal menor, que en realidad es un retroceso respecto al convenio anterior, y que es justo lo que perseguía la patronal.

No es que estemos haciendo un ejercicio de clarividencia, pues en la propia plataforma de partida para la negociación que presentó CCOO en 2020, ya recogen ellos mismos una de las pretensiones más deseadas por la patronal, la desregulación de la jornada, o lo que es lo mismo, CCOO propone firmar la liberación de horarios (24x7) en el nuevo Convenio TIC. En su plataforma legalizan la nocturnidad, la turnicidad y el trabajo en festivo, y concretamente en el apartado K, recogen para la compensación de los días festivo, un 25% adicional por hora trabajada, en lugar del actual 75% adicional por hora extra actual. Tratándose de una plataforma de partida desde CCOO, lo más lógico es que en la propia negociación se vea reducida, en aras de alcanzar un acuerdo. En cualquier caso, la patronal gana.


Además, al regular toda esta casuística en la jornada laboral, CCOO y UGT están eliminando la fortaleza en la negociación actual de la que disponen los trabajadores, pues al ser las horas extras de carácter voluntario, permite exigir que se compensen de mejor forma a la contemplada en convenio. Como ejemplo de esta ventaja en la negociación poner al acuerdo alcanzado en Sadiel en 2009, alcanzado gracias a que los trabajadores bien organizados iban todos a una, donde se contemplaban gratificaciones de 400 euros por festivo, adicional a las 1,75 por horas extras.

Sin embargo, en la plataforma de CCOO se ve que no sólo se pierde la voluntariedad, sino que además se proponen compensaciones inferiores a la actual.


Por lo tanto, lo más probable es que firmen que haya que trabajar los sábados, que no puedas negociar la compensación, y fijaran que ésta sea menor a la actual: el modus operandi de la traición que ya te están vendiendo con esta campaña.


Lo que está por venir

Aparte del retroceso concreto de los sábados, si nos retrotraemos al comunicado conjunto que emitieron las federaciones sectoriales de UGT y CCOO en febrero de 2014, en él se incluyó todo un compendio de medidas aterradoras que la patronal quería infligir a los trabajadores en el sector, muchas de las cuales terminarían firmándolas en 2017, y que en la actual negociación ya las han asumido en la propia plataforma de partida de los sindicatos. La lista se puede considerar una hoja de ruta de las agresiones planificadas entre la patronal y sus sindicatos:

¿Qué debemos hacer los trabajadores para evitar los continuos retrocesos en el convenio, víctima de las traiciones de CCOO y UGT?


La firma de todos estos retrocesos son actualmente inevitables, pues parten de un proceso viciado desde su origen, donde los sindicatos UGT y CCOO tienen la prerrogativa legal de negociar en exclusiva las condiciones laborales de la mayoría de los trabajadores, en los convenios colectivos sectoriales, las reformas laborales, las reformas de las pensiones, etc... pese a no haber sido elegidos por los trabajadores afectados para hacerlo. Dichas negociaciones se llevan a cabo de forma opaca por dirigentes liberados de esos sindicatos, desconocidos por los trabajadores, que no tienen que responder ante ellos de sus decisiones, con lo que disponen de manga ancha para llegar a acuerdos que no tienen que ser refrendados por los trabajadores en asamblea, y sin que estos puedan penalizarles personalmente en caso de que se vean traicionados.


Con ésta fórmula, al no tener que rendir cuentas por las decisiones, su actuación no responden a los intereses de los afectados, sino más bien a los de aquellos que les financian: la patronal. De manera que el diálogo social se convierte en un monólogo de la patronal con sus sindicatos a sueldo, donde los derechos laborales son la mercancía a eliminar a cambio de prebendas en la forma de subvenciones millonarias y liberados sindicales bien bonificados.

fuente CGT


La solución, ante este escenario, pasa por la implicación personal de cada uno de los trabajadores del sector, por abandonar la idea que estos sindicatos traidores nos venden que deleguemos en ellos la solución de nuestros problemas. El resultado de entregarnos a esta idea ya lo padecemos en nuestras condiciones, con las que se llenan los bolsillos. Necesitamos que nos impliquemos personalmente en dicha resolución , sin que nadie venga a resolvernos lo que es responsabilidad propia, y para eso es necesario fortalecer el sindicalismo de clase, repudiar a los delegados sindicales que se presentan por las siglas de CCOOO y UGT a las elecciones sindicales, y construir entre todos candidaturas alternativas, que tengan como principio la lucha y la movilización para alcanzar mejoras, frente al diálogo y la paz social tras la claudicación con sus firmas traidoras, así como la toma de decisiones respecto a la movilización y los acuerdos de forma asamblearia.


Construir una alternativa sindical a estos sindicatos vendidos es una tarea ardua pero no imposible, la escasa afiliación sindical en el país hace que estos sindicatos sean los que negocien en nuestro nombre disponiendo de una representación minoritaria. Atendiendo a los resultados de las elecciones ofrecidos por CCOO, los sindicatos ELA, y LAB, con un número escaso de representantes (94 y 25 resp.), ya obtienen un puesto en la mesa de negociación. Lamentablemente por su ideología nacionalista rechazan estar presente en la misma.

Si cada uno de nosotros empezamos a implicarnos y a hacerlo en torno a un sindicato que tenga una política de unidad de todos los trabajadores y de las luchas en todo el territorio nacional, como es la Alternativa Sindical de Clase, pronto los trabajadores tendremos el suficiente peso como para estar en las mesas de negociación sectoriales, desbancar a los sindicalistas traidores de las negociaciones y dar la última palabra, la voz y el voto a las plantillas, organizadas y movilizadas, que darán la fuerza para alcanzar mejoras imprescindibles que ahora se nos niegan.


Fuente: ASC


jueves, 2 de junio de 2022

La millonaria 'caja de resistencia' de ELA, la baza con la que el mayor sindicato vasco logra mantener huelgas de años

  • Destina el 25% de las cuotas de los afilados a este fondo, 5 millones este último año, con el que paga hasta 1.243 euros a los huelguistas
  • ELA amenaza con un año muy conflictivo para hacer frente a la negativa de los empresarios a repercutir el IPC a los salarios y saca pecho con el instrumento tras el que se esconde buena parte de su fortaleza para conseguir alargar los conflictos y tensar la negociación: una millonaria caja de resistencia con la que paga un máximo de 1.243 euros a sus afiliados en huelga y que le permite alargar los paros, algunos durante años. 
  • Trabajadoras de limpieza del Guggenheim celebrando el fin de la huelga.

El sindicato mayoritario en el País Vasco, con más del 40% de la afiliación, defiende un modelo basado en la confrontación, en el que la huelga se considera el instrumento más eficaz, la “única manera de que la patronal se siente a negociar”. El máximo responsable de ELA, Mitxel Lakuntza, ha querido lanzar un aviso a navegantes –leáse empresarios– de que el sindicato está preparado para afrontar conflictos largos hasta conseguir “acabar con la precariedad” y que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo.

La cantidad global que compone esa 'caja de resistencia' es el secreto mejor guardado por ELA. “Esa es la cifra que le gustaría tener a la patronal”, afirma Lakuntza. Pero sí se sabe que cada año 'engordan' ese fondo común con el 25% de las cuotas de sus 100.000 afiliados –1 de cada 4 euros de cada mensualidad– lo que supone que, si el año pasado los ingresos propios del sindicato, vía cuotas, superaron ligeramente los 20 millones de euros, al menos 5 se destinaron a la 'caja' para financiar las huelgas y proporcionar a los trabajadores unos ingresos que palíen la pérdida de los salarios.

Un afiliado de ELA en huelga puede cobrar hasta 1.243 euros al mes. Ese es el máximo, por debajo del cual se fija como tope el salario habitual del trabajador. El mínimo de ayuda lo fija el salario mínimo interprofesional, que ahora está en 1.000 euros. Ningún otro sindicato en Euskadi tiene una asignación a ese nivel, aunque LAB tiene lo que denomina 'caja de lucha', pero con prestaciones menores, que fijan la ayuda en 30 euros al día (900 euros al mes) a partir de tercer día de huelga. CCOO y UGT no tienen, y a nivel estatal USO es el único que tiene algún tipo de prestación.

La 'caja de resistencia' de ELA no es una figura para imprevistos, sino que se usa, y mucho. Desde 2017 la han utilizado 13.000 afiliados de ELA, 2.096 de ellos en 2021, año en el que se registraron conflictos capitaneados por ELA especialmente largos. Algunos ejemplos fueron la huelga de Tubacex, que duró 235 días–  las limpiadoras del Guggenheim –285 días– o Novaltia, un conflicto que todavía sigue abierto, que dura ya más de 1.000 días y que definen ya como “la huelga más larga de Europa”. De hecho, según los datos que ha proporcionado Lakuntza citando la información del Consejo de Relaciones Laborales vasco (CRL), hasta febrero se acumularon en Euskadi 18.469 días sin trabajar por huelgas, mientras que en el resto del Estado fueron solo 9.587. “El 42% de los días de huelga se hicieron en el País Vasco”, y “eso se traduce en mejores incrementos salariales”, ha señalado. “En la comunidad autónoma vasca los convenios vigentes tienen un aumento medio de 4,92 puntos y en el resto del Estado, de solo 2,40”, ha apuntado, para insistir en que la caja de resistencia “garantiza una alternativa gracias a las más de 100.000 personas afiliadas”.

Mitxel Lakuntza y la tesorera del sindicato Alazne Mantxola. EUROPA PRESS

“Las huelgas no se ganan porque tengas más o menos razón”, ha dicho Mitxel Lakuntza. “Se ganan cuando tienes capacidad de aguantar, porque los buenos acuerdos se alcanzan cuando hay lucha sindical”, ha señalado, despreciando en cierto modo la voluntad negociadora que muestran el “sindicalismo español”, como denomina a CCOO y UGT. “Los convenios no caen del cielo”, ha insistido y “la negociación solo es posible con la huelga”. Lo demás, es “aceptar sin más lo que propone la patronal”. En este sentido, considera que la caja de resistencia es una herramienta “estratégica” porque, “cuando no hay capacidad para la huelga, sin la caja de resistencia, se firman los convenios que la patronal quiere”.

“La huelga nos permite conseguir acuerdos que de otra forma no son posibles”, ha insistido, remarcando que es el único camino para conseguir que en estas circunstancias con el elevado IPC, cuyo último dato de este lunes lo sitúa en el 8,7%, se traslade a los salarios. Y si en este momento no hay más huelgas, no es porque ELA no quiera, sino porque se trata de empresas o sectores en los que ELA no cuenta con una mayoría suficiente como para llevarla a cabo en solitario. Ha citado, por ejemplo el sector del Metal de Bizkaia, que amenaza ya con huelgas por la falta de acuerdo sobre el convenio, pero que aún no se han convocado. “A veces, nos encontramos con resistencias de otros sindicatos en sectores que no tenemos mayoría suficiente para activar una huelga y esa es la situación, que esperemos se vaya superando”.

Lakuntza ha puesto en valor también que su sindicato sea el único que se queda fuera de determinados acuerdos a los que sí se suman el resto de los sindicatos, como ha sucedido recientemente en el acuerdo de Educación que ha supuesto una reducción de las ratio de alumnos por aula y que el departamento ha firmado con el 80% de la representación de sector. “Es un acuerdo oportunista e insuficiente. ELA no firma nada que no tiene contenidos”.

 


miércoles, 1 de junio de 2022

CGT exige a la ministra de Trabajo la inclusión del “síndrome de Burnout” como enfermedad profesional

 La Confederación General del Trabajo (CGT) hará entrega este día 2 de junio de 2022, durante la concentración que se celebrará frente al Ministerio de Trabajo y Economía Social, a la titular de dicho ministerio, Yolanda Díaz, un documento en el que exige la inmediata inclusión del “síndrome de Burnout” -comúnmente conocido como “síndrome del trabajador quemado”- en la legislación actual por ser una enfermedad considerada por la OMS en 2019, en el marco de la celebración de la asamblea de esta organización el 25 de mayo, como una dolencia vinculada a las dificultades para el control de la vida.

El “síndrome de Burnout” o de desgaste profesional hace referencia un estado de agotamiento mental, emocional y físico originado por el estrés o insatisfacción en el entorno laboral de la persona que lo padece. Este síndrome está reconocido como detonante de otros problemas que afectan a la salud física y mental de las personas trabajadoras, y que pueden derivar en situaciones más graves.

El origen laboral de este síndrome es claro, y por ello es lógico y justo que se asuma sus consecuencias, reconociéndose los riesgos psicosociales que el trabajo tiene sobre los trabajadores y las trabajadoras. Además, este reconocimiento sería un primer paso para obligar a muchas empresas a llevar a cabo acciones encaminadas a eliminar o reducir situaciones que puedan exponer a sus plantillas a riesgos psicosociales.

Recordamos al Ministerio, que a pesar de haber pasado ya varios meses desde que la OMS reconociera este síndrome, en el Sistema Nacional de Salud no está considerado ni como afección profesional, pese a que este síndrome está dando lugar a numerosas denuncias ante los tribunales por tratarse de una causa de baja laboral ya que al tratarse de un trastorno dentro del contexto laboral de quienes lo padecen, no da lugar a incapacidades temporales, sino también permanentes e incluso totales o absolutas. Además, la Justicia estaría sentando precedentes, reconociéndose en algunos tribunales el “síndrome de desgaste profesional” como enfermedad laboral, como ha ocurrido en Andalucía o Navarra.

La Ley de Prevención de Riesgos Laborales (31/1995 de 8 de noviembre) solo ha sufrido modificaciones puntuales, y continúa sin considerar los riesgos psicosociales, por ello exigimos al Ministerio que tenga en cuenta esta situación.

Desde CGT lamentamos que se desaproveche esta oportunidad en unos momentos donde las enfermedades mentales están adquiriendo por desgracia una relevancia muy importante en nuestro país, la legislación debe imputar los costos de la prevención de estos riesgos a las empresas, sin derivar presupuestos estatales para ello.

Más información en https://cgt.org.es/