El jueves pasado asistimos una vez más a un nuevo intento por parte de los sindicatos “mayoritarios” y por parte de la empresa de justificar lo injustificable.
Aun dando por buena la consulta, haciendo un acto de fe por los referéndums online, explicamos las razones por las que no nos parece que este acuerdo tenga todo el apoyo que le quieren dar:
- Los sindicatos convocantes tienen una representación superior al 75 % en la plantilla, es decir, no han votado “sí” ni la gente que se supone que les apoya.
- Los que han apoyado el “sí” no llegan ni al 30% de la plantilla llamada a votar.
- Si la retribución flexible se iba a implantar de todas maneras ¿por qué formaba parte de la balanza para votar si al preacuerdo?
- ¿Qué son esos 471 votos “sin respuesta”? ¿Entran a votar y no hacen nada? Suena, como mínimo, sospechoso.
- ¿La empresa y los sindicatos podían monitorizar en tiempo real estos resultados?
Con este margen tan ajustado del resultado, ¿Están estos sindicatos legitimados para firmar este acuerdo?
La mayor prueba de que este acuerdo no es bueno para la plantilla es la movilización y la presión que ha realizado la empresa a través de sus jefes de equipo para que la plantilla votara en este referéndum de república bananera, sin ningún tipo de control externo.
Dicho esto, nos alegramos mucho de ver que aún queda mucho espíritu crítico en Capgemini.
Os seguiremos informando y seguiremos defendiendo los derechos de toda la plantilla de Capgemini.
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