En el día de ayer la empresa nos informó que había ejecutado los despidos disciplinarios de 6 compañeros (1 en el centro de trabajo de Barcelona y 5 del centro de trabajo de Madrid). Suponemos que seguirán despidiendo a lo largo de los próximos días , ya sabemos que es su única forma de gestionar. Ya lo dijeron en la presentación de las cuentas anuales del año 2020.
La historia se vuelve a repetir como hace 3 años, ¿Sorpresa? Llega un nuevo CEO a la compañía pero la nefasta gestión del empleo sigue siendo la misma. Despedir, despedir y seguidamente despedir o reinvertir como lo denomina nuestro nuevo CEO para abaratar los costes, se pierda el conocimiento que se pierda y la mala imagen que damos trimestre tras trimestre. Luego se quejan de que cuesta incorporar a personal ¿En serio?
Veremos este viernes que charla nos contará el nuevo CEO, vendiendonos la moto de lo cojonudos que somos, la gran capacidad que tenemos , pero por detrás despidiendo como siempre.
Vemos que les da igual que siga la pandemia o que no, que la gente además de estar preocupada por la tercera o cuarta ola de este virus que estamos padeciendo, tiene que estar preocupada de los despidos a las cuales la empresa no falta a la cita recurrentemente. Estos despidos son un aviso a navegantes para los nuevos compañeros de Altran, que ya trabajan codo con codo en Capgemini, enseñándoles qué tipo de empresa les ha comprado y cómo se las gasta.
Son incapaces de recapacitar en su forma de actuar, parece que sus cabecitas no dan más de sí. Siempre cuando llega alguien nuevo hay un halo de esperanza de que haga cosas distintas, pero vemos que no ha sido el caso, el nuevo CEO se ha impregnado enseguida del espíritu Capgemini en su política de despidos.
Así que más que nunca debemos hacernos fuertes contra lo que nos espera, que por lo que vemos no tiene buena pinta.
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